jueves, 16 de junio de 2011

REFLEXION SOBRE MODIFICACIONES DE CONCEPTOS Y REPRESENTACIONES.

¿Cómo aprendí historia? ¿Cómo enseño historia? ¿Cómo debo enseñar historia? Preguntas concretas, claras, pero muy fuertes a las cuales no cualquier profesor se atrevería a contestar con franqueza. Pero en este curso para eso estamos, para discernir, para confrontar, para aceptar nuevas propuestas.
Vayamos a la primera interrogante. Recuerdo a mis maestros pedirnos leer una lección y contestar cuestionarios, algo monótono, rutinario y aburrido. Teníamos además que aprendernos de memoria fechas y nombres; aunque en tercero y quinto tuve una maestra excepcional, con sus narraciones te transportaba a los momentos históricos y te lo imaginabas todo. Creo que lo que se de historia se lo debo a ella.
Pero he de suponer que ese don sólo lo tenía ella, porque por más que intente imitar su forma, nunca lo logré. Entonces me concreté a enseñar historia de una forma similar a cómo yo la aprendí, claro que con variantes, pero no dejaron de ser tediosas y aburridas para los alumnos, porque al final de cuentas los exámenes que te dan también se incluyen fechas y nombres de personajes.
Ahora me doy cuenta que no vamos en la dirección correcta. Con esta nueva propuesta acerca de la narrativa dándole una nueva perspectiva y la entrevista como un medio para analizar, reflexionar o criticar abren un paradigma de nuevo aprendizaje.
Depende ahora de nosotros que si aplicamos estas herramientas o no, considero que ahora la historia sí tuviera un nuevo sentido y no tendría por qué ser tediosa y aburrida, porque para los alumnos sería muy interesante entrevistar a Pancho Villa y a Emiliano Zapata ¿no creen?
Debo considerar  y poner en práctica todas las estrategias posibles, esto me dará pauta a saber si en verdad mi esquema mental ha tenido un cambio considerable o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario